09 abril 2010

Los iPhones marginados salen muy caros


Ayer nada más llegar a casa lo primero que hice fue leerme la secuencia de sucesos de la presentación del nuevo sistema operativo para iPhone: la 4.0.
La verdad es que gracias a la dura competencia que están teniendo parece que Apple está siendo menos Apple con el mundo de los dispositivos móviles viéndose obligado a incluir características y funcionalidades que, sin lugar a dudas, no incluirían o por lo menos no tan "pronto". Sólo así se podría explicar las diferencias tan abismales entre la versión actual 3.1.3 y la presentada.

Estas diferencias beneficiarán a los desarrolladores principalmente y, como consecuencia, al usuario final. O al menos si no tienes un iPhone de primera generación como es mi caso. Me explico:

El iPhoneOS 4.0 es compatible, según esta página, a partir del iPod Touch de segunda generación hacia adelante, y con el iPhone 3G hacia adelante, dejando a las primeras generaciones injustamente marginadas. La razón de que digo que es injusto es porque tanto el iPhone de primera generación como el iPhone 3G tienen exactamente el mismo hardware (ver la wikipedia para comprobarlo) a excepción del 3G en sí y de las funciones GPS, lo cual no debería ser un problema para poder ejecutar la nueva versión en uno sí y en otro no (lo mismo pasó con la posibilidad de ver el porcentaje de batería entre 3GS y los demás). ¿Por qué han decidido privarnos de un avance tan importante? Me temo que es para vender más teléfonos, estas son las cosas que odio de Apple.

La imposibilidad de actualizarse a la nueva versión hará que nuestros teléfonos se queden estancados para siempre en junio del 2010 (fecha prevista de lanzamiento de la nueva versión). Ya no podremos instalar nuevo software que se desarrolle a no ser que se tenga en cuenta la retrocompatibilidad. Como he dicho antes, los cambios más importantes de esta nueva versión es a nivel de programación, de APIs, con lo que todo desarrollo que use al menos una de todas estas funcionalidades hará que sea imposible que la instalemos en una versión 3.X.

Aquí no queda la cosa, esta decisión puede conllevar incluso pérdida de dinero. ¿Esto por qué? Sencillo si Apple no ha tenido en cuenta lo siguiente: ¿Qué pasaría si tenemos instalada una aplicación de pago, por ejemplo la magnífica MobileRSS, y en una actualización se les ocurre a los desarrolladores incluir el uso de alguna nueva API de iPhoneOS 4.0? puede que iTunes nos baje la nueva versión, borre la vieja y a la hora de sincronizar nuestro móvil nos salga un bonito mensaje de incompatibilidad ¿cómo volveremos a la versión anterior? Recordemos que no todo el mundo tiene copias de seguridad o el Time Machine activado... y aun teniéndolo puede pasar no tengas instalada actualmente la aplicación en cuestión y te de por reinstalar seis meses después con la incompatibilidad reseñada a ver quien es el guapo que recupera una versión válida.

Los sistemas tienen que avanzar sin mirar atrás en exceso el lastre que supondría los dispositivos viejos y menos capaces, y más en cuestión de sistemas operativos para teléfonos móviles. Pero lo que no veo justo es que dos teléfonos con el mismo hardware clave uno pueda ejecutar el nuevo sistema operativo y el otro no. Eso es lo que me enfada. Y me enervo cuando esa decisión puede conllevar pérdida de dinero, ahí atacan donde más duele.

Puede que la alternativa sea Android pero tengo que descartarlo por el gran crecimiento que tiene en cuanto funcionalidades. Pasa como con el iPhone pero más descarado y criticable. Algo que a priori debería ser motivo de alegría termina siendo una tomadura de pelo por parte, no de Google de forma directa, sino por los fabricantes de teléfonos. Los que se compraron una Magic hace escasamente un año casi seguro no podrán instalar la versión 2.0 hacia adelante por falta de memoria. Tristísimo.

Sólo espero que los chicos del dev-team se den prisa y consigan, si quieren y pueden, alguna forma de que se pueda ejecutar el nuevo SO en mi viejo y querido iPhone.

El tema de la pseudo-multitarea es para escribir una entrada a parte.

No hay comentarios: